En el mundo de los judíos el hombre no es separado.
El sentido de la encarnación del hijo de Dios es una realidad donde
comparte su ser de fragilidad y humana, la cual, San Juan menciona el tema
central de su evangelio: “Y la palabra se hizo carne, y puso su morada entre
nosotros, y hemos contemplado su gloria, gloria que recibe del Padre como Hijo
único, lleno de gracia y de verdad” (cfr. Jn 1, 14).
Fragilidad moral
Fragilidad humano = Basar= Jesús
tuvo tentación de pecador pero supo abandonar el pecado.
Ruah = a través de ella nos convirtió en imagen y semejanza de Dios, con
capacidad de amar.
Ser humano. Vida |
Basar |
Cuerpo (material) |
Nefesh |
Psyche (sangre) |
|
Rúah |
Espíritu |
En el Antiguo Testamento hace una explicación sobre la importancia del Rúa,
la cual, ha sido en el mismo Espíritu de Yahvé manifestando en la historia de salvación
del pueblo, hoy en día lo que llamamos dones del Espíritu Santo: “saldrá un vástago
del trono de Jesé, y un retoño de sus raíces brotará. Reposará sobre él el Espíritu
de Yahvé: espíritu de Sabiduría e inteligencia, espíritu de consejo y
fortaleza, espíritu de ciencia y temor de Yahvé. Y le inspirara en el temor de Yahvé”
(Cfr. Isaías 11; 1-3).
En el evangelio de San Lucas muestras la experiencia humana de Jesús donde
resalta la encarnación de Jesús, en el sentido de compartió la misma realidad
humana, donde vivió una experiencia de tentación y de prueba: “Jesús, lleno de Espíritu
santo, se volvió del Jordán, y era conducido por el Espíritu en el desierto,
durante cuarenta días, tentado por el diablo. No comió nada en aquellos días y,
al cabo de ellos, sintió hambre. Entonces el diablo le dijo: «Si eres el hijo
de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan». Jesús le respondió: «Esta
escrito: No solo de pan vive el hombre». Llevándolo a una altura de mostro en
un instante todos los reinos de la tierra; y le dijo el diablo: «Te daré todo
el poder y la gloria de estos reinos, porque a mí me ha sido entregada, y se la
doy a quien quiero. Si, pues, me adoras, toda será tuya». Jesús le respondió: «Esta
escrito: Adoraras al Señor tu Dios y sólo a él darás culto»” (cfr. Lucas 4, 1-8).
El espíritu juega un papel muy importante en el momento de la prueba de Jesus,
donde se siente fortalecido y acompañado en su momento de tentación pero
mostrando la superación y dominación de Cristo sobre satanás.
Jesús vino a dar razón racional al ser humano.
Relación con Jesús= relación con los hermanos y relación con Dios.
Le mensaje de Cristo es pleno y libertad, es decir, es Salvación y
humanización de la persona. Por esta misma razón, vino a compartir la
fragilidad donde sintió hambre, cansancio y sed.
Jesús no vino a mostrar los escases. Jesús de Nazaret vivió su humanidad de
manera plena tuvo casa y trabajo. Él vivió la pobreza pero no la carencia. La
invitación de Jesús es vivir la vida plena pero mi riqueza no debe ser la
carencia del otro, porque carencia es la una muestra de la injusticia con la
persona.
“El pensamiento judío, Dios no quiere la muerte del ser humano”.
REFAIM= débil o frágil.
Anónimo y colectivo después de la muerte, una especie de sombra de vida. El
cuerpo se corrompe pero la sombra de este cuerpo permanece es un elemento
conflictivo.
SHEOL= es el lugar de los muertos, es decir, es la sombra en la cultura judía. Además, es un lugar donde Yahvé no está presente. Es un realidad donde no existe la comunicación y sin relación. Dios nos creó para la vida.
El egipcio habla de resurrección. Así también, de la subsistencia.
El profeta Isaías resalta el tema de la muerte donde el Seol no tiene vida,
ni sentido diciendo: “Que el Seol no te
alaba ni la muerte te glorifica, ni los que bajan al pozo esperan en tu
fidelidad” (Isaías 38, 18).
SHEOL= es una anonimato, es lugar de rechinar de dientes, donde no existe una relación con escases de comunicación. Así también se ha visto para los débiles y pobres. “esa vida que no es vida”. Por tanto, es la existencia de una sombra.
El verdadero mal que nos enfrenta la muerte, no es la muerte en sí misma,
sino la falta de relación”. Además, es también la exclusión de la vida en
comunidad.
La comunidad es el lugar de la manifestación de Dios, es un espacio donde
la persona crea un vínculo con uno al otro, es una, experiencia de vida
heredado por Yahvé que comparte y se reparte con los demás.
El peor mal que me excluya de la comunidad es la enfermedad y la muerte,
“la ausencia del pobre en la vida comunitaria”. Por lo tanto, la salvación de
la comunidad es la integración y no el aislamiento.
Muchas veces que se ha visto a los pobres como para vivir mi egoísmo, no me
rebajo al nivel de ellos ni mucho menos pensar y ser como uno mismo que ellos.
La cultivación de mi relación con Jesús, con Dios, y con los hermanos que
están en mi alrededor esa es el gran testimonio y manifestación de la salvación
de Dios presente y cercano en la historia de la salvación de la humanidad.
En el documento de la Iglesia resalta mucho el tema sobre cómo debe ser el cristiano con su relación, en la carta de “Placuit Deo” numeral 4, 12, de la congregación para la doctrina de la Fe a los obispos de la Iglesia Católica sobre algunos aspectos de la salvación cristiana. Lo define como la nueva orden de relaciones que se debe cultivar en esta tierra. Los obispos definen la misión del cristiano en nuestra realidad de hoy, el sentido del cristianismo se radica desde la persona de Cristo resucito diciendo:
4. Tanto el individualismo
neo-pelagiano como el desprecio neo-gnóstico del cuerpo deforman la confesión
de fe en Cristo, el Salvador único y universal. ¿Cómo podría Cristo mediar en
la Alianza de toda la familia humana, si el hombre fuera un individuo aislado,
que se autorrealiza con sus propias fuerzas, como lo propone el
neo-pelagianismo? ¿Y cómo podría llegar la salvación a través de la Encarnación
de Jesús, su vida, muerte y resurrección en su verdadero cuerpo, si lo que
importa solamente es liberar la interioridad del hombre de las limitaciones del
cuerpo y la materia, según la nueva visión neo-gnóstica? Frente a estas
tendencias, la presente Carta desea reafirmar que la salvación consiste en
nuestra unión con Cristo, quien, con su Encarnación, vida, muerte y
resurrección, ha generado un nuevo orden de relaciones con el Padre y entre los
hombres, y nos ha introducido en este orden gracias al don de su Espíritu, para
que podamos unirnos al Padre como hijos en el Hijo, y convertirnos en un solo
cuerpo en el «primogénito entre muchos hermanos» (Rm 8, 29).
La Salvación en la
Iglesia, cuerpo de Cristo
12. El lugar donde recibimos la salvación traída por Jesús es la Iglesia, comunidad de aquellos que, habiendo sido incorporados al nuevo orden de relaciones inaugurado por Cristo, pueden recibir la plenitud del Espíritu de Cristo (Rm 8, 9). Comprender esta mediación salvífica de la Iglesia es una ayuda esencial para superar cualquier tendencia reduccionista. La salvación que Dios nos ofrece, de hecho, no se consigue sólo con las fuerzas individuales, como indica el neo-pelagianismo, sino a través de las relaciones que surgen del Hijo de Dios encarnado y que forman la comunión de la Iglesia. Además, dado que la gracia que Cristo nos da no es, como pretende la visión neo-gnóstica, una salvación puramente interior, sino que nos introduce en las relaciones concretas que Él mismo vivió, la Iglesia es una comunidad visible: en ella tocamos el carne de Jesús, singularmente en los hermanos más pobres y más sufridos. En resumen, la mediación salvífica de la Iglesia, «sacramento universal de salvación»,[19] nos asegura que la salvación no consiste en la autorrealización del individuo aislado, ni tampoco en su fusión interior con el divino, sino en la incorporación en una comunión de personas que participa en la comunión de la Trinidad.
Conforme el pasar de la Historia el pensamiento judío, el SHEOL=todos, un “lugar donde van todos los justos y pecadores”, en este evolución del pensamiento cambia todo el sentido de la palabra. Además, se entiende que “vida es vida con sentido, es decir, es la expresión de la existencia”
El libro del Eclesiastés resalta indirectamente lo que es el Seol que es un
destino para todos, en otras palabras lo que es la muerte o el infierno: “Eso
es lo peor de todo cuanto pasa bajo el sol: que haya un destino común para
todos, y así el corazón de los humanos está lleno de maldad y hay locura en sus
corazones mientras viven, y su final ¡con los muertos!” (cfr. Eclesiastés 9,
3).
El sheol se entiende como la retribución intrahistórica. En otras palabras,
“el bueno” le “va bien”. Y “el malo” le “va mal”. Además se entiende como un
pensamiento de pago de los pecados de la tercera o cuarta generación en el
pensamiento judío.
El evangelista san Juan remite a un cuestionamiento como se toma el sentido
de la muerte moral a una persona desde el pensamiento judío, Jesús aclara este
tema como dice: “Vio, al pasar, a un hombre ciego de nacimiento. Y le
preguntaron sus discípulos: «Rabbí, ¿Quién peco, el o sus padres, para que haya
nacido ciego?»” (cfr. Juan 9, 1-2).
El exilio fue una experiencia donde se manifiesta la Salvación del Pueblo,
esa experiencia se abre a toda la cultura y regiones, ya no se piensa la
salvación solo para el pueblo de Israel elegido por Yahvé, sino se habrá la
posibilidad para otros pueblos para que se salven.
Job es una experiencia viva del impío, es mentalidad herética para el judío. Como dice el profeta: “Después de esto, abrió Job la boca y maldijo su día. Tomo Job la palabra y dijo: ¡Perezco el día en que nací, y la noche que dijo: «Un varón ha sido concebido»” (Cfr. Job 3, 1-4). Es una postura como Juez de Yahvé, sale reclamando su existencia y el trato que estaba viviendo.
“En esta vida no existe la retribución intrahistórica”.
Si se piensa en la retribución intrahistórica es probable que se esté
viendo en la tierra desde el punto de vista Hedonista. De lo contrario, el
cristiano esta invita a pensar de lo que existe en esta vida es don de Dios, y
no es permanente. Lo único que es permanente es Dios. Aunque, el ser humano
siente propugnación con el silencio de Dios como respuesta, se ha visto como trágico.
La justicia es más allá.
Por lo tanto, la evolución e interpretación del Sheol se le da la diferencia entre los impíos y justos. El Profeta Isaías describe muy bien el sentido como: “! Ya !: al Seol has sipo precipitado, a lo más hondo del pozo” (Cfr. Isaías 14,15). Además, el profeta Ezequiel aclara muy bien el sentido del sepulcro y los que son destinado a ellos diciendo: “Allí esta Asur y toda su asamblea con sus sepulcros en torno a él, todos caídos, víctimas de espadas; sus sepulcros han sido puestos en las profundidades de la fosa, y su asamblea esta en torno a su sepulcro, todos caídos víctimas de la espada, los que sembraban el pánico en la tierra de los vivos” (Cfr. Ezequiel 32, 22-23).
Le Sheol en esta altura de reflexión se relaciona como una espacio
reservado para el impío. Mientras, que Dios llevara al justo para estar con él.
En otras palabras, se pasa a ser lugar individual, un destino de la vida
individual. En esta altura, los muertos dejan de ser tratado de forma plural,
sino es tratado de una forma individual, desde un punto de vista, se define que
el pecado es muy personal y no comunitario.
La resurrección del cadáver. Los libros de macabeos y la sabiduría enfatiza
este tema del pensamiento Helenista sobre la dualidad, cuerpo – alma. Así
también, hablan sobre la inmortalidad en el mundo helenista.
¿Cuál es el lugar donde es glorificado a Dios?
¿Cómo define la Iglesia la Salvación?
¿Cuál fue el elemento que trajo la salvación?
Referencia
Biblia católica Online.
Recuperado de: https://www.bibliacatolica.com.br/la-biblia-de-jerusalen/juan/
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